Actividad 2.1 Relaciones familia y
escuela.
1. Cambios en la familia.
1.1 Cambios en la familia (relacionados con los cambios en la
sociedad)
a) Mayor
individualismo:
Libertad
y bienestar. Las
sociedades occidentales han pasado del reino de la necesidad al de la libertad.
Las condiciones de vida han mejorado mucho. Aunque en la mayoría de los hogares
los hombres son los que más aportan económicamente, las relaciones han cambiado
y no se da el patriarcado, es decir hay un mayor equilibrio en las parejas. Por
otra parte los hijos ya no son un "regalo del destino", sino que se
tienen de manera consciente, son menos y están mejor atendidos.
Individualismo
y privacidad. Hay
otros valores que no se relacionan tanto con los cambios experimentados en la
estructura familiar, sino que son consecuencia de la inmersión social que
tienen las familias y los individuos en la sociedad. Son las ideas dominantes
que, se afianzan en la cultura política de nuestra sociedad, el individualismo,
el valor de la vida privada, el sentido de la fugacidad de la vida y la
urgencia de las gratificaciones inmediatas. Son los nuevos valores que influyen
en el comportamiento y configuran los estilos de vida actuales.
Frente a los
valores y derechos del individuo, frecuentemente prevalecían los valores
institucionales y en consecuencia las personas anteponen sus intereses y sus
preferencias frente al constreñimiento que impone las instituciones sociales.
Otro aspecto es el refuerzo de la privacidad.
b)
Relaciones más democráticas, menos autoritarias:
Autoridad
o igualdad entre los cónyuges. Los cambios legislativos de la transición han producido
consecuencias destacadas en las relaciones conyugales. Hasta entonces la
familia estaba muy jerarquizada, en la que la autoridad del hombre era reconocida
por la legalidad vigente, tradición que se remonta a varios siglos atrás,
llegando incluso hasta textos como las Partidas. La situación era llamativa,
pues por ejemplo, según las leyes de la dictadura, la mujer debía de obedecer
al marido y la patria potestad sobre los hijos siempre correspondía al padre.
Aunque
históricamente siempre había sido así, sólo se suavizó algo durante el período
de la Segunda República. Con las reformas del Código Civil de 1981, el régimen
económico del matrimonio ya lo pueden fijar libremente los cónyuges, también se
fija como un deber de ambos la fidelidad que previamente se pensaba que sólo
era algo a seguir por las mujeres. Otro logro importante fue el del
reconocimiento de la paternidad, lo que implica que la responsabilidad de un
hombre sobre la concepción de un hijo, se puede exigir en los tribunales aunque
éste se oponga. En resumen se puede decir que estamos ante un tipo de familia
igualitaria y donde las relaciones autoritarias han dejado paso a las
relaciones democráticas.
c) Ausencia
de modelos o ejemplos:
En la
actualidad no se hace tanto hincapié en los valores que la familia debe
transmitir a los hijos, ya que asumen que en la institución escolar les dan
esos valores. En la antigüedad se inculcaba a los niños más, en los valores que
se trasmiten en la comunicación con los padres o con los mayores, que en la
instrucción de institución escolar.
Los niños
crecen rodeados de muchas influencias que no son del todo positivas y de ahí
los niños sacan unos valores erróneos. Los valores morales perfeccionan al hombre
en lo más íntimo, haciéndolo más humano, con mayor calidad como persona. Estos
surgen en el individuo por influjo de la familia como por ejemplo: el respeto,
la tolerancia, la honestidad, la lealtad, laboriosidad y responsabilidad. Para
que se dé esta transmisión de valores es de vital importancia la calidad de las
relaciones con las personas significativas en su vida padres, hermanos,
abuelos, parientes y posteriormente amigos y maestros. La familia es el habitad
natural para la apropiación de los valores.
Actualmente,
en mi opinión, se están perdiendo valores como el respeto, la tolerancia, etc.
Y eso es en parte porque hay padres que dejan que sea, por ejemplo la
televisión o un juego de la play station, la que inculque al niño valores o creencias y eso se
produce porque no hay una buena comunicación entre padres e hijos o unos buenos
ejemplos en su entorno.
1.2 Tipos de familia.
Sabemos poco
sobre cómo son en estos momentos las familias por dentro. Hace unos pocos años
la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) publicó un incisivo estudio
(FAD, 2002) que nos permite saber algo acerca de la función educadora de la
familia. En él se distinguen cuatro modelos familiares:
a) Familia familista/endogámica. A este
modelo podría adscribirse el 23,7% de las familias españolas. Se caracteriza
por tratarse de un núcleo familiar muy unido y en el que priman las buenas
relaciones entre sus miembros. Centrada en sí misma y autosuficiente, no parece
sentir necesidad de abrirse al exterior.
b)
Familia conflictiva.
Agrupa al 15,05% de las familias. En ella priman las normas fijas e inflexibles
con las que se choca de continuo. Hay escasa comunicación.
c) Familia nominal. Puede definir al
42,9% de las familias españolas. Impera una coexistencia pacífica entre padres
e hijos, más que la convivencia participativa. La ausencia de conflictos en
este modelo de familia no significa que no los haya, solo que ha optado por no
enfrentarse a ellos.
d)
Familia adaptativa.
Agruparía al 18,4% de las familias. Los autores del estudio no dudan en
calificarla de «nueva familia» por la «buena comunicación» que se advierte
entre padres e hijos y por su capacidad para transmitir opiniones y creencias.
Además, se muestra abierta al exterior, sin por ello dejar de ponderar la dimensión
familiar.
Es cierto
que aparecen distintos tipos de familias en función de qué tipos de familiares
la componen o de su orientación sexual: monoparentales, de homosexuales, etc.
Pero, a pesar de la creciente visibilidad de este tipo de familias, no se debe
perder de vista que más del 90% de las familias son convencionales (Meil,
2006:12).
Bibliografía:
-Feito, R.
(1990). Familias y escuela. Las razones
de un desencuentro. Madrid: CIDE.
-F.A.D.
(2002). Hijos y padres: comunicación y
conflictos. Madrid: FAD.
-Meil, G.
(2006). Padres e hijos en la España
actual. Barcelona: Fundación La Caixa (disponible en
-Alberdi, I.
(1999). La nueva familia española.
Madrid: Taurus.
- Ruiz, Y.
(2009). La ausencia de los valores en la
familia.
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