martes, 12 de mayo de 2015

Actividad 2.1

Actividad 2.1  Relaciones familia y escuela.

1. Cambios en la familia.

1.1 Cambios en la familia (relacionados con los cambios en la sociedad)

a) Mayor individualismo:
Libertad y bienestar. Las sociedades occidentales han pasado del reino de la necesidad al de la libertad. Las condiciones de vida han mejorado mucho. Aunque en la mayoría de los hogares los hombres son los que más aportan económicamente, las relaciones han cambiado y no se da el patriarcado, es decir hay un mayor equilibrio en las parejas. Por otra parte los hijos ya no son un "regalo del destino", sino que se tienen de manera consciente, son menos y están mejor atendidos.
Individualismo y privacidad. Hay otros valores que no se relacionan tanto con los cambios experimentados en la estructura familiar, sino que son consecuencia de la inmersión social que tienen las familias y los individuos en la sociedad. Son las ideas dominantes que, se afianzan en la cultura política de nuestra sociedad, el individualismo, el valor de la vida privada, el sentido de la fugacidad de la vida y la urgencia de las gratificaciones inmediatas. Son los nuevos valores que influyen en el comportamiento y configuran los estilos de vida actuales.
Frente a los valores y derechos del individuo, frecuentemente prevalecían los valores institucionales y en consecuencia las personas anteponen sus intereses y sus preferencias frente al constreñimiento que impone las instituciones sociales. Otro aspecto es el refuerzo de la privacidad.


b) Relaciones más democráticas, menos autoritarias:
Autoridad o igualdad entre los cónyuges. Los cambios legislativos de la transición han producido consecuencias destacadas en las relaciones conyugales. Hasta entonces la familia estaba muy jerarquizada, en la que la autoridad del hombre era reconocida por la legalidad vigente, tradición que se remonta a varios siglos atrás, llegando incluso hasta textos como las Partidas. La situación era llamativa, pues por ejemplo, según las leyes de la dictadura, la mujer debía de obedecer al marido y la patria potestad sobre los hijos siempre correspondía al padre.
Aunque históricamente siempre había sido así, sólo se suavizó algo durante el período de la Segunda República. Con las reformas del Código Civil de 1981, el régimen económico del matrimonio ya lo pueden fijar libremente los cónyuges, también se fija como un deber de ambos la fidelidad que previamente se pensaba que sólo era algo a seguir por las mujeres. Otro logro importante fue el del reconocimiento de la paternidad, lo que implica que la responsabilidad de un hombre sobre la concepción de un hijo, se puede exigir en los tribunales aunque éste se oponga. En resumen se puede decir que estamos ante un tipo de familia igualitaria y donde las relaciones autoritarias han dejado paso a las relaciones democráticas.


c) Ausencia de modelos o ejemplos:
En la actualidad no se hace tanto hincapié en los valores que la familia debe transmitir a los hijos, ya que asumen que en la institución escolar les dan esos valores. En la antigüedad se inculcaba a los niños más, en los valores que se trasmiten en la comunicación con los padres o con los mayores, que en la instrucción de institución escolar.
Los niños crecen rodeados de muchas influencias que no son del todo positivas y de ahí los niños sacan unos valores erróneos. Los valores morales perfeccionan al hombre en lo más íntimo, haciéndolo más humano, con mayor calidad como persona. Estos surgen en el individuo por influjo de la familia como por ejemplo: el respeto, la tolerancia, la honestidad, la lealtad, laboriosidad y responsabilidad. Para que se dé esta transmisión de valores es de vital importancia la calidad de las relaciones con las personas significativas en su vida padres, hermanos, abuelos, parientes y posteriormente amigos y maestros. La familia es el habitad natural para la apropiación de los valores.
Actualmente, en mi opinión, se están perdiendo valores como el respeto, la tolerancia, etc. Y eso es en parte porque hay padres que dejan que sea, por ejemplo la televisión o un juego de la play station, la que  inculque al niño valores o creencias y eso se produce porque no hay una buena comunicación entre padres e hijos o unos buenos ejemplos en su entorno.


1.2 Tipos de familia.
Sabemos poco sobre cómo son en estos momentos las familias por dentro. Hace unos pocos años la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) publicó un incisivo estudio (FAD, 2002) que nos permite saber algo acerca de la función educadora de la familia. En él se distinguen cuatro modelos familiares:

a) Familia familista/endogámica. A este modelo podría adscribirse el 23,7% de las familias españolas. Se caracteriza por tratarse de un núcleo familiar muy unido y en el que priman las buenas relaciones entre sus miembros. Centrada en sí misma y autosuficiente, no parece sentir necesidad de abrirse al exterior.

b) Familia conflictiva. Agrupa al 15,05% de las familias. En ella priman las normas fijas e inflexibles con las que se choca de continuo. Hay escasa comunicación.

c) Familia nominal. Puede definir al 42,9% de las familias españolas. Impera una coexistencia pacífica entre padres e hijos, más que la convivencia participativa. La ausencia de conflictos en este modelo de familia no significa que no los haya, solo que ha optado por no enfrentarse a ellos.

d) Familia adaptativa. Agruparía al 18,4% de las familias. Los autores del estudio no dudan en calificarla de «nueva familia» por la «buena comunicación» que se advierte entre padres e hijos y por su capacidad para transmitir opiniones y creencias. Además, se muestra abierta al exterior, sin por ello dejar de ponderar la dimensión familiar.

Es cierto que aparecen distintos tipos de familias en función de qué tipos de familiares la componen o de su orientación sexual: monoparentales, de homosexuales, etc. Pero, a pesar de la creciente visibilidad de este tipo de familias, no se debe perder de vista que más del 90% de las familias son convencionales (Meil, 2006:12).



Bibliografía:

-Feito, R. (1990). Familias y escuela. Las razones de un desencuentro. Madrid: CIDE.

-F.A.D. (2002). Hijos y padres: comunicación y conflictos. Madrid: FAD.

-Meil, G. (2006). Padres e hijos en la España actual. Barcelona: Fundación La Caixa (disponible en 

-Alberdi, I. (1999). La nueva familia española. Madrid: Taurus.


- Ruiz, Y. (2009). La ausencia de los valores en la familia.

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